Reconozco que soy un chalado de Hawaii. Comencé a interesarme por el triatlon de triatlones cuando en mi época de corredor contumaz, lector compulsivo del Dr. Sheehan, cayó en mis manos un Corricolari en el cual dos españoles, Javier Berasategui y Alfredo Olabegoia contaban su experiencia en el Ironman de Hawaii, celebrado en la isla de Kona. Vaya, un cadavérico devorador de kilómetros como yo entonces, (año 1989), que solía un domingo si y otro no interpretar papeles secundarios en algunos crosses televisados, leía embebido la historia de aquellos pioneros en una isla de lava nadando pedaleando y corriendo, ignorando las páginas a color dedicadas a los mediofondistas más celebrados del momento… lease González , Abascal, ó la Montse Pujol

No pude quitarme de la cabeza nunca aquella Tierra Prometida, un lugar en el que si terminabas eras un verdadero Hombre de Hierro. Y aún habiendo cruzado aquella línea de meta mágica en dos oportunidades años después, creo que siempre soñaré con volver.
Ahora que es tiempo de comenzar a soñar, y que muchos de mis amigos, discípulos y conocidos se afanan en jornadas interminables de trabajo, entrenamiento y a veces poco sueño, (desvelo ilusionado…) , por conseguir la soñada plaza para la prueba, se me ocurren , además de las razones evidentes de superación, culminación y éxito deportivo, algunas otras motivaciones más triviales para buscar el pasaporte a Kona.

El Noni mágico

Justo en la última curva antes de meta, en Alii Drive, está el grandisimo y maravilloso arbol de la especie del Noni, (Morinda citrifolia ), un ejemplar centenario gigante que procura sombra y frescor a los visitantes y a los participantes en la prueba en los días previos. La fruta de este arbol es casi mágica, y sus propiedades innumerables. Se ha demostrado que el jugo del fruto contiene atributos curativos incluso, pero sin limitarse a compuestos antibacterianos, antiinflamatorios, analgésicos, hipotensivos e inhibidores del cáncer. Estos estudios implican al noni como un medicamento natural que reduce la presión sanguínea y la inflamación de las articulaciones, detiene las infecciones internas y externas, despeja las congestiones y hasta evita el crecimiento de células precancerosas.

En mis dos años en Kona, solía pasar algún tiempo sentado bajo el tronco del Noni mágico, reposando, charlando con amigos ó simplemente pensando. Si vas a la Meca, no olvides contemplar y disfrutar de este maravilloso arbol.

Desfile glamouroso.

No estarás en la pasarela Cibeles. Ni falta que hace. Nunca disfrutarás tanto de un desfile ó Parada, militar ó civil. Verás a los mitos subidos en coches de época, ataviados con los Leis y saludando con el Hang loose. Solo verás sonrisas, oirás gritos de jubilo y hasta saltarás de alegría.Serás feliz entonces. Y con suerte verás a las Reinas, a Paula, a Natascha, ó como en la foto, a Fernanda Keller…merece la pena!
Fruta exótica

Al pié de Alii Drive, a tan solo un km. de la meta, puedes hacer la compra, ropa, regalos, todo tipo de alimentos y sobre todo, fruta. Fruta fresca, tropical, dulce, madura. Todos los días después de entrenar, me encantaba pasear por este zoco cambiante , con decenas de puestos atendidos por nativos sonrientes y amables. No solo de Tri-Boutiques vive el aspirante a finisher.

Te invito a café.

Aquí en mi casa, todas las mañanas, cumplo con el rito del café. Casi que no puedo hacer nada , ni siquiera comenzar a pensar, sin un café en mis labios. Lo reconozco: soy un adicto a la cafeína. Cuando estoy en casa, me aseo y visto y bajo a la cafetería del barrio, donde soy un habitual a primera hora con el café y el periódico del día. Un rito.
En Kona solo tienes que desperezarte, caminar unos metros desde el apartamento en Alii Drive y nadar unos 600 metros mar adentro, allá en la bahía está el Catamarán del Expresso Coffee, en el que puedes degustar un delicioso café y recibir en una atmósfera inigualable el día. Sin el humo de tu cafetería habitual, aunque eso si, sin periódico.

Pues eso, amigos, si conseguís la plaza para Kona en Sudáfrica, Lanzarote ó Frankfurt… acordaros también de algunas razones triviales por las que soñar con La Meca.