Ya de vuelta de Lanzarote, me queda la sensación difícilmente explicable de sentir esta edición como un mojón en mi camino deportivo y personal. A menudo he aludido a mis comienzos en la isla volcánica, mi devoción por ella y hasta mi soledad en los comienzos. Entonces muchos triatletas, tanto otros pioneros, como yo mismo, eramosalgo así como islas en medio del inmenso océano , tan solo podíamos mirar a nuestro interior y sentirnos reconfortados, nadie alrededor sabía qué hacíamos, y qué significaba nuestro deporte.

Ahora, siento que todo lo luchado, el camino abierto, las miles de horas de entrenamiento a lo largo de los años, las competiciones en mil lugares… han germinado en una semilla feraz. Muchos de los que compitieron el sábado en la isla, lo hicieron arrastrados, directa ó indirectamente, tanto por mis palabras, vivencias, relatos… como por los de otros muchos que también abrieron camino. El sábado, estuve nervioso, intranquilo, mucho más que si me hubiera enfundado el neopreno; me sentía responsable de muchos sentimientos y muchas historias personales y no quería que nada saliese mal. Pedaleaba mentalmente y quería enviar fuerzas a cada momento para que las zancadas, también, fueran elásticas .

Como también anuncié, habría momentos duros, retiradas,averías, pero esto es el Ironman y al igual que en la vida, tambien hay malos momentos; son esos a los que hay que vencer y a los que hay que sobreponerse para poder envejecer luego tranquilos, en paz. No desfallecer nunca, seguir luchando. Si no se lucha y se sufre en el camino, no mereceremos después una vida cómoda y sosegada.

De mi ciudad, cuatro finishers este año, y dos puñados más de pupilos de otros lugares, a los que traté de seguir durante todo el día.

Mis paisanos: dos nuevos finishers en Ironman , muchos talaveranos no daban un duro por ellos en meta, ellos confiaron en mi y en si mismos y alcanzaron el finish .Felipe Fernández y José Gudiel, en la imagen superior este último subiendo Timanfaya.

Pedro del Pino debutaba en LZ, que no en IM, y a pesar de no haber podido entrenar todo lo bien que hubiera deseado, (mucho trabajo y además físico), se comportó como el luchador que es y alcanzó la meta tras 12h. 38′

Samuel Blázquez, la sensación. Es muy joven y con no muchos años de entrenamiento, (fue alumno mío en un curso, en el año 2001, y allí se interesó por el entrenamiento), desde entonces ha ido poco a poco haciéndose como fondista y en este LZ ha firmado su mejor carrera, 10h. 15′ para su extraordinario debut, con un pedazo de marathon de 3h. 11′.Al finalizar la prueba, tumbado en una de las camillas , aún no se lo creía. Hawaii para él llegará a su debido momento, aunque se quedara a tan solo dos plazas.

Han sido 15 días para los triatletas talaveranos llenos de intensidad, la victoria de Sara en el Ironcat y el carrerón de Samuel han conseguido que los sueños sigan latentes, y por qué no, también los de los jóvenes que vienen por detrás con fuerza, ¿¿tal vez futuros finishers??, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de posar el mismo martes, a la vuelta de Samuel, con ambos, en la pista de atletismo.