Llego al muelle y sigo metido en la lavadora. Necesito sentirme envuelto por el aire y lucho por mi abrigo de viento y sol. Corro por una verde alfombra, y siento como el vientre se contrae y los saltos del corazón. Luego me siento y todo se apacigua, aunque escucho gritos de pura guerra y henos a todos aquí, casi inmóviles, plenos de emoción en ese instante. El reposo es también movimiento.

Salto sobre la bici entre gritos y rayos de sol. Cuesta arriba, Palani Road, y a la derecha Kahalu’u y vuelta por una ratonera desconocida, un aperitivo previo a la Queen K. Pedaleo con ganas y a la vez reserva, buscando el bendito espacio intacto; sabéis de qué hablo.

A la Highway 19 la conozco , y la hablo. Trato de entender los susurros del viento . Una luz insolente roza la parte superior de nuestros cascos, plantando en cada uno de ellos una lengua de fuego. La hora tiene ya mil colores;la vida parece haberse detenido.

Mas adelante nos espera Eolo con fuerza desatada; en Kawaihae, la fuerza del viento nos lleva al centro de la carretera, con rachas febriles y luchamos con todas las fuerzas para controlar la bicicleta. Juego al ataque, a la defensiva, conservo las fuerzas, intento encontrar mi interior, mis sensaciones. Confianza en mi mismo; y sin recompensas. En el verdadero deporte no existe lo que la gente de a pie entiende como recompensa, pero, ¿dónde cabe encontrar lo que aquí se halla?

Viento y calma. Sol y hasta conato de lluvia en Hawi. La vida hermosa se debe siempre a la condición de las fuerzas opuestas . Felicidad, sufrimiento, sabiduría, locura, conocimiento, despreocupación… todo ello me pertenece y quiero tenerlo todo, porque todo es bueno en mi caso y nada lo bastante superfluo.Quiero vivir todas las vidas , todas mis vidas, con intensidad y a la vez desapego.

Sufro hacia Hawi; soy feliz desplegando mis alas , a la vuelta, entre Kaupulehu y Makalawena, aunque a menudo el viento frontal me torture. A veces miro hacia el suelo y aprieto fuerte los dientes, imaginando el gentío ,la apoteosis allá, junto al Kailua Pier, directo hacia el tercer acto.