Existen muchas posibilidades válidas. Cada persona, un mundo.
A menudo me preguntan por qué practico el deporte de resistencia desde hace más de 30 años, y el triatlon desde casi 17 y no he perdido la motivación…
Tal vez por la pasión. Por un lado, la práctica cotidiana. Por otro, la ocupación teórica, Las posibilidades que me ofrece este deporte son tan intensas e inusitadas que no podrían abarcar toda la vida.
Pero , aún asi, me olvido a menudo de cierta vorágine a mi alrededor. Cada vez valoro más la «otra» vida. No soy ya un atleta competitivo, aunque , de cuando en cuando, muestre ese carácter forjado durante décadas.Soy competitivo a retazos… y voy recreándome más.
Dejarme ir y no torturarme haciendo más de lo apetecido . Motivar a quién está en el momento justo de exprimirse. Valorar que en la vida hay un tiempo para cada cosa. Cerrar un círculo de vivencias y proyectarlas a otros ámbitos sugestivos.
Lo fue todo y lo seguirá siendo. Y la vida sigue y fluye.
Los sentimientos apetencias y caprichos son el mejor manual, la verdadera ortodoxia la escribe el diablo que llevas dentro.
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