Muy duro en pleno mes de julio competir a pleno rendimiento a eso de las 4.30 de la tarde. Pálmaces es el triatlon en el que debuté hace ya bastantes años y ojalá pueda seguir corriendo hasta que me jubile.

Duro? si, muy duro.Sobre todo si…
* se nada sin neopreno y el agua está más fría de lo que dicen los jueces. Que nos nos cuenten películas! Cualquier año muero acalambrado…
* Si nada más salir del agua tienes que luchar pendiente arriba contrareloj, con la garganta seca.
*Si al salir a la comarcal camino de Atienza, una Highway 19 a la española, el viento sopla de culo y para mover 200 watios tienes que pedalear a 50 por hora, casi como en el Tour.
*Si en los repechos el sol cae a plomo y sientes la respiración muy entrecortada y las piernas quemando, pero no puedes bajar el ritmo. Y menos mal que en alguno de ellos te ofrecen agua fresquita algunas chicas en bikini.
*Si en el punto de vuelta, como si fuera Hawi, (turnaround), al volver hacia Pálmaces tienes un duro repecho y el aire en contra.
* Si lo que te parecía fácil de ida, es un tormento a la vuelta… y no puedes bajar el ritmo.
*Si el agua ya se ha acabado y tienes la boca pastosa y los labios blancos…

*Si en la carrera a pie comienzas rápido cuesta abajo, pero al llegar a lo más llano , justo antes del giro junto a la presa, te quedas sin piernas.

* Si al volver, sobre todo en la segunda vuelta, para poder seguir corriendo en el duro repecho previo al pueblo, tienes que hacer el mayor esfuerzo de toda la tarde.
* Y si ya en el pueblo acabas casi sprintando con alguien que se juega el honor contigo, y tienes que correr de veras por calles que parecen la montaña rusa…

Por esto y por mucho más es una prueba muy dura, especial, única, mítica. Pálmaces es y seguirá siendo, el triatlon.