A menudo me preguntan si estoy feliz con mi vida.

Algunos pueden llegar a pensar que mi vida está vacía, los que no me conocen de cierto.

Otros llegan a creer que mi vida es una ventana abierta por la que se cuela todo el mundo, por aquello de que tengo un blog en el que, como un escritor en el siglo XIX, manifiesto mis sentimientos. Alguien que me quiere me lo ha dicho una y otra vez,y personalmente pienso que es incierto. Una cosa es el continente, y otra el contenido. Escribir, para muchos,-entre los que me cuento-, es una necesidad vital, y si antaño era manuscrito ó mecanografiado, hoy es lanzado , como hoja volandera, al ciberespacio.

Pues eso, ni lo uno ni lo otro.

La felicidad no es un estado, sino una referencia vital que conviene no perseguir, ni pensar tampoco que se vive en ella.
El éxito, que tantos anhelan, tampoco tiene nada que ver con lo que se consigue a nivel material.

He leído por ahi , y me encanta:

El verdadero éxito es reír mucho y muchas veces.

El éxito es ganar el respeto de personas inteligentes.
La felicidad pasa por gozar del cariño de tu familia y amigos; ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos.
Para conseguir paz es necesario saber apreciar la belleza, (algo a veces extraño en estos tiempos); buscar lo mejor en los demás y desterrar lo negativo que en mayor ó menor medida todos tenemos; dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontramos y saber que al menos alguien ha vivido un poco mejor gracias a ti.
Para mi , todo este pequeño compendio alberga lo primordial y auténtico de nuestra vida.

Practica y busca esta esencia.