El miércoles estaba marcado en el calendario en rojo, como tradicionalmente hacemos estos últimos años, es el día elegido para realizar un test de ciclismo en el puerto de la Era del Cardon.

La mañana se presentaba nublada , incluso a primera hora algunas gotas de lluvia comienzan a caer en Pozo Izquierdo, pero sabiendo el frío que están pasando en nuestras casas en la península, ni nos planteamos la posibilidad de no salir. Una vez sobre nuestras bicis, el sol comienza a adueñarse del panorama. Finalemente, la mañana resultó espléndida.

Los resultados son esperanzadores para muchos, incluso uno de nuestros chicos alcanza un resultado muy brillante rayando los 5 watios/kg. en umbral, con una mejora estratosférica de un año a otro. Se nota mucho la progresión de los canarios, incluso de los más veteranos, por la bondad del clima, que no les impide entrenar en los meses más crudos para nosotros. Los peninsulares, en gran medida afectados por el temporal de frío y lluvia del invierno, hemos llegado muy cortos de forma, (en mi caso, los dos meses de parón son un lastre).

He terminado roto e incluso he tardado más de la cuenta en recuperarme. Angustia y dolor 🙂 Ver foto superior…

Una vez reagrupados después del test, seguimos rodando, en grupo y buena armonía, hasta San Bartolomé. Luego vuelta por el mismo recorrido.


Aprovechamos en el punto más lejano para hacernos la habitual foto de familia.

Al llegar al albergue más, algunos se han ido a correr, (la mayoría), yo he preferido reservarme e ir poco a poco, dosificando los esfuerzos. Hasta hace poco estaba en cama convaleciente… y ahora casi, pues me duele todo!

A ultima hora de la tarde nos abandonan Cendón y Arazola, que mañana pedalearán en la vecina Tenerife con el objetivo de subir el Teide. El viernes estarán de nuevo con nosotros.