Cinco semanas tan solo para el gran día.

Los triatletas que han conseguido un dorsal para competir allá en el Pacífico están en la fase más crítica de su preparación y encadenan jornadas de ilusión y al tiempo premura, cansancio, desesperación… pero gozo al tiempo.

El camino es ya una recompensa en si.

Los que disfrutéis de la atmósfera de Kona, no olvidéis volver a meta. Luchar por la finish line, y si tenéis el privilegio de acabar con la luz del día, reposar un tiempo pero no lo dudéis: volver a Alii Drive. Veréis un espectáculo maravilloso de espíritus ilusionados, gozosos, luchando por esa meta. Júbilo, sensaciones muy profundas, historias personales increíbles, todo eso veréis pasar delante vuestra en minutos intensos e inolvidables. Experimentaréis el dolor en vuestro cuerpo, pero también un sentimiento de plenitud difícilmente explicable.

Recordarlo: no olvidéis volver a meta para sentiros aún más humanos.