Durante décadas, hemos pensado en dar una definición exacta para la palabra deporte. A lo largo de los años y desde nuestra propia evolución como deportistas, hemos reflexionado sobre ello.Para mi no hay duda: la vocación vivida durante años de intemperie, se resume en esfuerzo, en amistad, en pura poesía sin palabras.

Puede que durante un tiempo lo pueda ver desde un prisma u otro. Puede que en una u otras etapas sea algun matiz , (puede que la superación, puede que la contemplación, tal vez la camaradería…), el que más me atraiga. Pero nada de eso cambia mi concepción esencial de la actividad deportiva.

Por eso, no entiendo que en el deporte, hoy, (como en la vida actual, lamentablemente), valga todo. Una concepción materialista de la existencia, ha puesto de moda que el fin justifica los medios, también en el deporte. Maquiavelo inspiró el comportamiento de gobernantes y de otros poderes, que debían estar por encima de la ética y la moral para conseguir sus objetivos. Por eso quiero decir parafraseando a Ortega y Gasset, que…. no es esto, no es esto. No es esto lo que quisimos, ni esto en lo que ciframos nuestra fe , ni nuestra dedicación, ni nuestros ideales…

Muchos creímos , (seguimos creyendo), en el Zeus de los griegos,el dios de la amistad que presidía lo atlético;independientemente del paso del tiempo, de los intereses creados, de la necesidad de lo material, existen valores inalterables que marcarán de una u otra forma nuestra vida.

La lealtad, la gratitud, el respeto… necesitan ser permanentemente desarrollados, alimentados, pues es todo esto, en su conjunto, lo que encierra la riqueza, la verdadera riqueza, que alimenta cada momento de nuestro desarrollo interior y cada etapa de nuestro destino, como personas/deportistas.
Manteneros alerta. No confieis en los advenedizos, en los que tan solo se mueven por puro mercantilismo. La actividad deportiva más pura está ahora en peligro… también.