Las evidencias en la investigación en los últimos años, y las experiencias acumuladas en los últimos tiempos, sugieren un giro , ó al menos una nueva tendencia en la alimentación deportiva. Los éxitos de algunos deportistas, así como numerosas experiencias, sugieren una tendencia al abandono de aquellas corrientes que preconizan, desde hace décadas, la sobrecarga de carbohidratos para las competiciones de resistencia.

En mi primer viaje a EEUU, (Hawaii 98), ya advertí esta corriente, que me chocó, de restricción de las calorías aportadas por los carbohidratos, e incluso se comercializaban barritas con la proporción de 40- 30- 30, (porcentajes respectivamente de carbohidratos, proteínas y grasas), anunciadas por Dave Scott, (4º en Hawaii con más de 40 años, siguiendo esta dieta preconizada por Barry Sears, «la Dieta de la Zona») y también por Mark Allen. «Chorradas de los yankees», dijimos nosotros , los españoles, cuando leíamos sobre aquello entonces, atiborrándonos de cereales en el desayuno.
Ultimamente , llama mucho la atención en ciertos foros, la petición de ayuda de algunos deportistas, decepcionados porque no consiguen adelgazar, pese a la actividad física y la reducción drástica en la ingesta de grasas. El problema viene por el consumo desproporcionado de carbohidratos, muchos y especialmente glucémicos , que elevan los niveles de insulina, lo que bloquea el acceso al generador de energía de mayor depósito en nuestro cuerpo: las grasas.

Y transcribo a partir de aquí , unos interesantes párrafos, extraídos de un interesante blog que sigo habitualmente:

En meses recientes, la figura de Dean Karnazes, emerge en los EEUU. Con sus 50 maratones en 50 días seguidos y centenares de apariciones en la televisión americana a sus espaldas, nadie duda de su buena genética y su enorme pasión y disciplina entrenando. Pero, ¿cuál es su secreto? Dean Karnazes, condecorado como corredor del año en EEUU con 40 años, no lo oculta. Achaca gran responsabilidad de su éxito a más de 10 años de seguimiento de los principios dietéticos del Dr Barry Sears y la Dieta de la Zona. Tiene la enorme ventaja sobre sus competidores y otros corredores y atletas qué éstos siguen en una gran parte estancados en el pensamiento aún dominante en nutrición, el del rico en carbohidratos. Karnazes, que no consume pasta, arroz blanco o bebidas para deportistas con azúcares, ha sabido beneficiarse de una dieta superior a la hora del rendimiento físico. Ha adaptado su cuerpo a quemar grasas, en lugar de quemar carbohidratos.

Con una alimentación de bajo nivel glucémico que modera el azúcar y la insulina, su organismo es capaz de generar más energía al aumentar la producción de ATP («The zone diet and athletic performance», Sports Medicine, 1999). Es precisamente por esto que quienes siguen una dieta antiinflamatoria acaban reduciendo calorías sin hambre ni privación (porque generan más energía caloría por caloría). Por supuesto, Karnazes también ha experimentado en primera persona cómo el consumo elevado de carbohidratos la jornada anterior a un maratón es un enorme mito y gran error. Viene a ser lo que en el mundo deportivo algunos denominan algo así como «llenar el depósito de carbohidratos». Aquí de nuevo, puede decirse que la mayoría de nutricionistas deportivos vuelven a equivocarse de medio a medio. Los deportistas no suelen entrenar la jornada previa al límite de sus posibilidades, por lo que sus niveles de glucógeno no son bajos y no habría necesidad de ninguna cantidad extra de carbohidratos. Pero, aún más importante, comer muchos carbohidratos especialmente glucémicos eleva los niveles de insulina, lo que bloquea el acceso al gran generador de energía de nuestro cuerpo: la grasa. En su lugar Dean Karnazes come la víspera comidas especialmente elevadas en proteina y grasa. Es lo que hacen todos los deportistas y atletas seguidores del método antiinflamatorio del Dr Barry Sears. Como por ejemplo, el equipo de natación masculino de la Universidad de Stanford, California, pioneros al comienzo de los ’90 en seguir una dieta favorable a la Zona. Hoy cuentan con 24 medallas de oro olímpicas en natación.

Todos ellos, como Dean Karnazes, siguen confiando en que sus rivales continúen atiborrándose a carbohidratos.