Si eres deportista, y más si eres triatleta, considerate un niño. Un niño grande que se ha perdido muchas cosas de las que la sociedad exige hoy.

Estás entrenando y en ese momento la vida es vida; no ese sucedáneo de vida que te ofrece la televisión con sus anuncios o las consignas que te ofrecen desde el poder…

Y si no, observa a tus congéneres… casi todos van con prisas, serios, hasta han perdido el sentido del humor y por supuesto la nobleza tras sus disfraces. Se han quedado sin todo lo que la vida tiene de bueno y sin las vivencias que tú y yo somos capaces de percibir.
Bueno… la Navidad, por otra parte, y con sus muchos compromisos que a menudo coartan nuestra necesidad de juego, interfiere un tanto en nuestro ritmo habitual de vida…¿o no???
Pero ya llegará el 8 de enero.
Felices días a todos.