A partir de los 17 años, ya está indicado incorporar al entrenamiento formas estandarizadas de trabajo aeróbico/anaeróbico, (en carrera a pie, por ejemplo, distancias cortas y medias de ritmo resistencia y ritmo competición, además de intervalos tanto extensivos como intensivos ,como podría ser el entrenamiento típico de un mediofondista), pero es muy importante reseñar y recalcar que siempre el trabajo aeróbico debe prevalecer, pues hasta la edad de los 21-22 años el organismo no está plenamente formado y desarrollado.

Convendría recordar aquí para los excesivamente impacientes, la experiencia del fisiólogo escandinavo Per-Olof Astrand , uno de los padres de la fisiología moderna y cuyos trabajos, que son grandes clásicos, no dejan de estar de plena actualidad. Astrand realizó una conocida experimentación con dos gemelos univitelinos de 17 años, sometiendo al primero de ellos a un entrenamiento predominantemente anaeróbico, y predominantemente aeróbico al hermano. A los 19 años, el primero ofrecía una mayor capacidad de rendimiento, pero a los 21 años, al final del experimento, se había producido una mejora mucho más amplia del segundo sobre el primero en su capacidad de resistencia, tanto aeróbica como anaeróbica.

Si no quemamos prematuramente las etapas, al llegar a la edad de plena madurez, los 21 a 22 años, el deportista estará física y psicologicamente preparado para intentar , progresivamente, ir puliendo todas sus cualidades y alcanzar en pocos años su mejor y mayor rendimiento.

Tarea difícil para deportistas y entrenadores, en un deporte en el cual:

1º Debemos trabajar de lo aeróbico a lo anaeróbico con pulcra progresión y dosificación.

2º La cada vez mayor mercantilización, oferta de pruebas, incentivos, hacen que los deportistas entrenen demasiado largo y demasiado duro prematuramente.
Es muy necesario un compromiso ético , (en una sociedad en la que le ética no está precisamente de moda), por parte de entrenadores y responsables deportivos, para no cometer errores que tanto nos han lastrado en un pasado y que nos seguirán amenazando si no extremamos las precauciones.