Casi 365 días, culmina un año, un 2010 que pronto se transforma en 2011 y con ello, nuevos horizontes y promesas.

Momento para mirar también hacia uno mismo y tratar de mejorar. La autocrítica, la capacidad para autoevaluarse y exigirse, debe ser una constante y nos convierte en mejores personas, tanto a nivel humano como profesional.

Hoy quiero dejar algunas pinceladas de lo que , para mi, debe mover a esa figura denominada entrenador, que tan en boga está en nuestros días y cuya importancia aún no está todo lo valorada que sería de desear, para intentar dignificar una profesión como digo no del todo considerada en este siglo XXI.

El ejemplo vivo: Haz lo que yo te digo, pero no lo que yo hago; una frase recurrida por aquellos que no predican con el ejemplo. La ejemplificación dada por el maestro es crucial, y no solo de conocimientos se alimenta a los discípulos, sino con la referencia a la personalidad, el respeto inspirado y la estimación de las acciones del entrenador. Por ello, la rectitud tanto en el plano social, humano y deportivo debe ser una constante vital del maestro.

La estimulación: La estimulación del entrenador hacia el atleta debe girar en torno a dos principios fundamentales: el elogio y la reprimenda. Lo importante es la medida apropiada y el adecuado juicio para discernir cuando elegir un camino u otro. Los atletas de un grupo deben ser estimulados uniformemente por el entrenador; además, el entrenador siempre debe ser juicioso a la hora de elegir la crítica ó el estímulo.

Las exigencias y los objetivos: Sin objetivos no existe entrenamiento completo, ni , a menudo , es posible establecer reglas. A medida que los objetivos son más difíciles, y los caminos para alcanzarlos son más tortuosos, el entrenador necesita aplicar estrategias psicológicas que podrían destilarse en una palabra: persuasión. Por tanto , el entrenador debe ser ambicioso pero a la vez mesurado, innovador e ingenioso, y a la vez esquemático… la información de todos los aspectos del atleta, como horarios, vida social,potencial, medios… será esencial, a medida sobre todo que el entrenamiento sea más minucioso y exigente.
Centrémonos en estos aspectos, y tal vez en muchos más que podáis aportar vosotros, lectores, y no olvidemos ser constantes, disciplinados y minuciosos para este 2011… y por supuesto de hoy en adelante y para todos los años que tengan que venir.
Os dejo una imagen de Steve Ovett en los Bislett Games, la catedral del medio fondo. Para mi, uno de los atletas más grandes, junto a su entrenador Harry Wilson, de todos los tiempos…