Me he sacrificado

He perseverado

Estoy preparado.

Este fue mi mantra. Me lo repetía una y otra vez. Había deseado mucho volver allí, sentir la atmosfera única, el olor especial de Kona. Nunca pensé cuando me marchaba en el 98 que, por un lado, me costara tanto volver, y por otro, que deseara tanto hacerlo.

Desde el 2004 he vivido con Hawaii de nuevo en mi cabeza y hasta este 2007 no conseguía llegar aquí. Por eso, cada instante, cada sensación, cada novedad, he tratado de vivirlas al máximo y por supuesto el día 13 de octubre era ese día tan especial y esperado.
El colofón de gran parte de mis sueños de triatleta están en esta carrera. Esta prueba es grandiosa, diferente, inexplicable. No puedo hacer una crónica, ni debo, pues no sería capaz de explicar el aluvión de sentimientos y sensaciones vividos. Trataré de hacer más gráfico mi día con imágenes y comentarios.
Cada día , un poco de lo vivido. Ahora, la mente todavía duda después del largo viaje de vuelta.