Descanso: un derecho consustancial al ser humano, al que nadie debería renunciar y del que nadie nos debería privar. El descanso en su más amplia acepción es el que posibilita la vida, la persecución de la libertad ó la felicidad.

A menudo en la práctica deportiva vemos como muchos de nuestros compañeros ó amigos no descansan; se tiende a pensar que como el deporte es recreo ó vocación, descansar un tiempo más ó menos prolongado debería desterrarse de nuestro código, pues es esta actividad de ocio la que nos permite realizarnos como personas. Pero la realidad nos invita a desconectar a menudo, sopena de entrar en la más profunda de las apatías.

Yo he descansado, pero la sabia naturaleza, tal vez, ha considerado que no lo suficiente y por ello estos días me encuentro de baja forzosa en casa, aquejado de una de mis frecuentes bajas otoñales, producto de un virus incalificable que ha hecho mella en mi organismo. Así que lo que toca es mucho sueño, largas horas tumbado y algo de internet.

Aprovechad los descansos, sean de una semana ó de un minuto. No os lamentéis si el semáforo se pone en rojo y desterrar la impaciencia, aprovechad el descanso para percibir los colores, las formas… de los árboles, de las gentes,ó hasta de los edificios que os rodean. A menudo nunca tendremos oportunidad de ver el paisaje, asi que de los momentos de quietud aprenderemos tanto ó más que de los de frenética actividad.