El día 3 de agosto de 2008 lo recordaré especialmente por la victoria de David Arroyo en la Subida Internacional a Urkiola, en la que ha sido su primera victoria como profesional en suelo español, después de las dos que consiguiera en Portugal en la Vuelta 2004.

Acostumbrado a su papel de gregario de lujo, (quien sabe si las tornas algún día cambiarán), su victoria sobre Juanjo Cobo en la rampa final fue extraordinaria, después de soportar las embestidas del fornido cántabro, que sube con fuerza sus más de setenta kilos por rampas demoledoras con extraordinaria facilidad. A punto estuvo de ceder David, y en su rostro por momentos se marcaba el destello febril de la desesperación ante esa victoria que parecía, una vez más , escaparse… pero sacó la fuerza de las miles de horas de solitario esfuerzo que le contemplan, y agotó el último rescoldo de la esperanza con un ataque al que Cobo, extenuado, no pudo responder.

Luego, en el podio, la sonrisa de su hijo Marcos fue sin duda un gran premio. Y una semana de descanso activo en algún lugar de Cantabria, la tierra de su último rival de ayer en la lucha por la Txapela, el reposo más merecido antes de sus últimos trabajos previos a la cita de la Vuelta a España, donde buscará brillar de nuevo a su mejor nivel.

Felicidades, campeón!!