Algún amigo me comentó alguna vez que yo corría porque era demasiado frágil para el fútbol. A los ojos del profano, puede ser que si.

La realidad, sin embargo es otra. Pertenezco a una familia humana con unas determinadas características psicológicas, que , inevitablemente, van ligadas al tipo físico. También ese perfil físico y su manifestación cotidiana ,me acerca aún más a un determinado perfil psicológico… y viceversa.

Nunca he corrido ó he pedaleado para perder peso ó para mantenerme en buena forma. He entrenado porque he sentido cotidianamente la necesidad de hacerlo; es por ello por lo que me perpetúo durante décadas haciendo ejercicio y sigo considerándolo una diversión y una necesidad.

Nadando, entrenando a pie ó en bici, avanzando pese a que en ocasiones sienta algún dolor , fatiga momentánea, ganas de abandonar ó cierto hastío, me convierto en la persona que realmente soy. Como se dice ahora, me realizo como persona y me siento aún, si cabe, más humano.

¿Habéis renunciado vosotros, corredores de fondo ó triatletas, a algo en este proceso? Tal vez a ojos de la gente, si…pero mi sentimiento es el contrario, y posiblemente el vuestro también. He renunciado a muchas cosas, pero solo a aquellas que son superfluas, innecesarias, materiales. Cultivo mi espíritu , al tiempo que me fortalezco. Recorro cada vez mayores distancias y siento que las domino mejor , viajo por un mundo que necesito conocer y sentir.

Solo deseo hacer algunas cosas en la vida que echo de menos y aún no he podido, en este proceso, cumplir. Y se que también lo lograré: tener un hijo y tal vez escribir un libro. Alguna vez ya planté un arbol, aunque también siento que habrá que plantar muchos más…

No pretendo ser como vosotros, pero creo que al menos me parezco…