El sol maravilloso… que llega con fuerza y traspasa la piel, nos llena de vida y de optimismo. Lo hemos necesitado este invierno, pero a menudo hemos tenido que ir a buscarlo lejos.
Llega el sol y tenemos la sensación de que podemos permitirnos algun capricho. Cuando los días son más cortos y oscuros, la fatiga nos vuelve huraños y silenciosos; ahora que la luz lo inunda todo, la fatiga nos debe servir para reflexionar y hasta para buscar cualquier matiz de belleza que de otra forma pasaría desapercibido.
Siempre el sol. El sol de mi primera juventud, de los amaneceres corriendo largo por los caminos,ó de los lentos atardeceres agonistas de marca personal en la pista: en Castellón,Gijón, San Sebastián, ó en cualquiera de Madrid; sobre la hierba, tumbado después, tirado, enteramente empapado, con la piernas vencidas, iguales a las del vencedor. La sed. El agua.
El sol del verano triatleta , el fuego sobre los cuerpos. Siempre el sol que nos quema, en alianza con el viento.
Me he empapado en jornadas de luz inagotable, y espero hacerlo por años. Es mi ideal vital. Que el sol cante en el día y la luna lo haga en la noche pura.
El sol procuró que recuperara lo que las tinieblas me hicieron perder.
tu si que sabes… psychedelic furs, inmaculate fools, stranglers… vaya epoca. El postpunk. eso si, mientras tu corrias para nosotros las noches no se acababan nunca.
Toi
Pues si,Pablo,casi la primera vez que te vi correr fue el día de la inauguracion de la pista de atletismo de Talavera, allá en 1996 creo. Ha llovido mucho desde entonces.Corriste cerca de los quince minutos,segundos mas, junto a ti los Alvarado,Juan araujo y otros chicos de entonces. Y como dices, acabaste y te tumbaste en la hierba. Son bonitas tus palabras y llenas de evocador sentimiento. Yo ya no corro, pero suelo caminar. Me acercare A saludarte alguna tarde allá a la pista.
Tu amigo.
Fernando Fernandez
¡Cuánto necesitábamos ya unas buenas dosis de Vitamina D! :-)). La verdad es que así todo es muchíiiisimo más fácil 🙂
Besicos!