«Las montañas no tiene por qué preocuparse; aún las amo»
Mick Fowler
Aquí están las montañas. A algunas hemos llegado, contemplándolas desde la base, engrandeciéndolas sin conocerlas, mitificándolas.
Otras , las hemos coronado y al llegar arriba, una sensación de silencio, de paz, de cierto vacío tal vez. Porque al llegar arriba, la montaña nunca parece tan elevada.
Me gustan las montañas. Los que me conocéis bien lo sabéis. En estos días una cierta añoranza me invade y recuerdo los días de verano en los Alpes, aguardando la batalla en L’Izoard, en el legendario EmbrunMan.
Sí, me gustan las montañas porque el camino hacia la cumbre es una ruta en solitario, escuchando tu interior, un camino de autodescubrimiento, como la propia maduración vital.
Tus ojos sueñan con las cumbres, y tu cuerpo llega un día hasta donde anhelaste, no hay mayor triunfo que este, vivir un sueño y paladearlo.
Pero nunca bajes la guardia, porque la cima no es la meta, sino la mitad del camino.
Restan pocos días para la batalla de Los Alpes; el día 15 mi mente estará con vosotros, los que miráis al cielo y no teméis el dolor. Materializar vuestro sueño en L’Izoard y, si es necesario, dar casi todo a cambio, aunque parte de vuestra alma se quede, para siempre, en el corazón de aquellas montañas.
Id a por ello!
Que ganas. Falta muy poco.
Gracias por la entrada.
Bonita entrada. A mi también me gustan las montañas.
No sé si te acordarás, Pablo, pero coincidimos al pie del Izoard en 2001. Una de esas carreras para contarle a tus nietos, joder qué recuerdos…
A mi me gustan, sobre todo si están rodeadas de lava,… aunque sean bajitas.
Las montañas tienen algo que hace que necesitemos llegar arriba ya sea en bici, andando, escalando…
No se qué es exactamente pero cuando veo una siento que tengo que subirla.
Embrun está ahí, que pasada!
En ningún lugar me siento como en la montaña. Dormir bajo esas estrellas es algo mágico. Las sensaciones que proporcionan tanto escalar a pie, como subir un puerto en bicicleta son difíciles de explicar. Sé que somos un poco masocas pero hay que derrmar mucho sufrimiento en el camino para que la cima se siempre tan reconfortante. ¿Embrunman? Sois grandes. Mucho ánimo. Sólo un sueño.
Gracias a todos por los comentarios.
Jaime: claro que me acuerdo. Yo, a falta de hijos que me den nietos, les cuento batallas a mis hijos triatléticos. Y en unos años, a mis nietos.
Tibi: las montañas se hicieron para subirlas. La montaña es un lugar sagrado donde pervivimos una vez que , hoyada la cima, la abandonamos. Por eso son mágicas. Como dijo John Forbes, "Mi corazón permanecerá donde mi cuerpo no podrá volver nunca más".
Talín: las de lava son bellas, de una belleza única, pero las otras tienen otra magia genuina.
Atalanta: hoy por hoy, Embrun es un recuerdo y también a veces un sueño…
Un abrazo, amigos
Embrum ha sido mi mejor experiencia en IM y donde mas he disfrutado, quizás sea por la montaña , por el lugar, por todo y engancha yo estoy deseando volver.
Y yo pensando que andabas perdido y mira por donde… déjate ver 🙂
Un besote crack.