La vuelta de Canarias, como siempre, nos deja un tanto desubicados y necesitados de readaptación. Particularmente, lo que tengo aquí me gusta por encima de todo, pero para alguien tan apegado a las obligaciones y necesitado de tranquilidad y tiempo para gestionar el día… los viajes trastocan el ritmo y la rutina; tanto es así, que aún no he tenido tiempo de montar la Mamba, que descansa en el trastero en la maleta rígida, hibernando.
Nada de quejas, hay que seguir caminando. Y el viento del sur siempre nos puede dar un soplo de calidez.
Desde el sur , (que no de Canarias, sino de la propia península), llegan a nuestra tierra Patri e Iván, viernes y sábado dedicados principalmente a evaluar las prestaciones de él sobre la bici y a pie, constatando importantes mejoras en el tercer segmento que esperemos den sus frutos a partir de mayo, en el momento en el que el acero temple… sin pensar en detenernos.
Y un domingo de ruta por las faldas de Gredos, por nuestros itinerarios clásicos, con un importante grupo del club y buen ambiente tanto en la carretera como en las irrenunciables paradas, una larga ruta con sustanciosos tramos a buen tren.
Pero , seguro, llegarán mejores vientos , cuando algunas heridas aún cicatrizando, restañen.