Nuestro día a día en invierno , sobre todo en los días lluviosos y ventosos que nos toca, pudiera asemejarse, como dijo Goethe, a un arbol frutal desprovisto de hojas, flores ó frutos. Las ramas reverdecerán,esperamos que así sea y sabemos que así será.
Atrás quedan los días de nadar al aire libre en pleno enero. Esa experiencia anual de agua y aire tibio que nos da impulso para afrontar los días más rigurosos.
Los días más oscuros llegan, pero no por ello intimidan. También motivan e inspiran.
El invierno es esa estación en la cual a menudo los días grises nos invitan a pasar más horas en casa; organizar fotos, enmarcar recuerdos, deleitarnos con momentos. Aquellos días de Italia quedan ya atrapados, de esta manera bajo un cristal y el marco a juego. Gracias David.
Entrenamiento bajo los focos, con el frío en los huesos, ya sea en Talavera ó Madrid, de allá para acá de la N-V perdiéndome los menos detalles posibles de los chicos, que, casi siempre fieles a las convocatorias, desafían clima y horarios.
Nunca abandono aquellos lugares que me inspiran, que me hicieron crecer como deportista y han visto crecer a muchos de los míos. Pero no se para en el recuerdo. Se diseñan caminos nuevos, senderos no hollados, allá donde casi no llega la luz, claros de puro silencio. Reductos donde educar el cuerpo con mil giros de la mente.
Y los recursos. El esfuerzo de los míos encuentra casi siempre reconocimiento, atención. Llegan algunos medios para facilitarnos el trabajo, en este caso para una de las grandes revelaciones del inicio de la temporada ciclista, No puedo olvidarme del gran apoyo de empresas que valoran verdaderamente el esfuerzo de los deportistas. Gentes que saben de qué va esto.
Y hoy domingo, ya para terminar un ciclo de días de frío, viento y lluvia, una jornada de luz para disfrutar horas sobre la bici, que anuncian , con matices ciertos en los rayos de sol, el cambio de estación que aún solo se adivina; un 16 de febrero para celebrar como se merece el día de San Bicintin.
Con todo el optimismo posible, venzamos al invierno.
Con optimismo, ropa de abrigo y un buen té caliente, seguro que lo venceremos.
Con esta entrada, al menos, puedo imaginar ese invierno que en muchos momentos anhelo desde África. Se echa de menos lo que no se tiene, la hierba y los arboles… Pronto empezaran a brotar los almendros, y un nuevo invierno será vencido… Sigue dibujando caminos Sen-sei, para los que vayan viniendo a formarse bajo tu batuta siempre presta a la enseñanza… GRACIAS PCS.