A menudo no se muy bien qué soy. Si un triatleta que escribe, un entrenador -triatleta ó un escritor, -dicho esto con todas las reservas- ,en búsqueda de sensaciones extremas que me permitan transmitir algo decente.
Lo que si es cierto es que no puedo dejar de entrenar sin escribir, ó de escribir sin entrenar; facetas difíciles de separar en mi caso, algo así como cuerpo y mente aunados.
Cuando escribo, me sincero con el mundo y conmigo mismo. Miro mi corazón, mi mundo interior; es algo así como el silencio heróico de la competición, ó del entrenamiento comprometido, ese momento en el que toda realidad se desviste de lo superfluo y se comienza a vislumbrar una cierta verdad; para llegar a ella, a esos lugares escondidos de la conciencia, debes recrear la soledad.
A menudo, una idea larvada durante un tiempo no aflora hasta que , en esas horas que el esfuerzo aeróbico nos procura en soledad, la idea germina y toma forma.
Necesito nadar miles de metros, recorrer una y otra vez los campos a pie ó pedaleando para encontrar las respuestas a cientos de interrogantes que cada día pululan en mi mente inquieta. Y esto es así porque la creatividad debe ser espontánea, no entiende de urgencias ni mentes embotadas; no puede ser forzada, no puede ser producida en la demanda.Solo en horas dilatadas se alcanza la inspiración.
En mi faceta de entrenador , diría que sucede lo mismo.
Hacer deporte aeróbico me libera de las urgencias, y a menudo también de las ambiciones sin pies, de los objetivos sin cabeza. Entrenando escapo del tiempo y me convierto en el ser creativo que realmente soy en esencia.
Si dejara de entrenar, me faltaría la paciencia y la contemplación; y eso arruinaría mi creatividad.A menudo pienso que ya no entreno para estar en forma ó conseguir una meta ó resultado, ó tal vez nunca lo haya hecho. Posiblemente solo entrene para dar rienda suelta a mi mente, y para alcanzar a entender el tipo de ser humano que en realidad soy.
En honor a la verdad, son estas, y no otras, las verdaderas razones por las que oposito a triatleta perpetuo.
Muy bueno lo de oposito a triatleta perpetuo aunque yo creo que tienes la plaza ya ganada.
A mi me pasa un poco lo mismo, salvando las distancias claro, ojalá llegara algún día a un nivel similar tanto en el deporte como a la hora de escribir. Pero creo que un poco sucede eso, cuando entreno es como si los pensamientos triviales o del día a día se fueran disolviendo y puedo ver mi interior con más claridad. A mi también me ha ayudado a conocerme a mi mismo por eso más que un deporte lo consdero un "do" a la manera japonesa.
100% de acuerdo contigo Pablo, cuanta razón tienes. Un abrazo.
Al final nos daremos cuenta de que entrenamos para vivir.
Se te ve fuerte en la foto corriendo.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Sobre el primer parrafo me decia una vez una gran amiga(actualmente está considerada la joven directora de teatro más importante de España)que Luis Recuenco, era muchos Luises a la vez. Creo que tiene mucha razón. Asi es la vida de casi todos nosotros , aunque acabamos siendo la misma persona asumimos diferentes roles en la vida diaria.
Respecto a ello y desde mi campo la Sociologia te recomiendo una obra muy importante:
La presentación de la persona en la vida cotidiana, de Erving Goffman
En otro orden de cosas, hay veces que cuando escribo en mi blog tengo la sensación extraña de que me estoy pasando explicando cosas personales, como que me despeloto demasiado
¿Donde deberia estar el el limite?
¿El porqué yo entreno? Puede ser Una buena entrada para mi blog aunque un tanto extraña. Algun dia me pongo.
Muy bueno Pablo.
Yo corro para tener paz!! porque sino no me aguanto la sensacion de inquitud que tengo siempre.
Un abrazo
Qué gran psicólogo de tí mismo y filósofo de tu "estilo de vida". Da gusto leerte, porque nos identificamos en bastantes párrafos. Es nuestro estilo de vida, nuestra esencia de la misma, si no lo hiciéramos…ufffffffff creo que ya no seríamos nosotros, algo dentro y muy profundo de nuestro ser moriría si no corriésemos, nadáramos o pedaleáramos.Al leerte, llego hasta respirar profundo, sonreir y llenarme de energía positiva, me da una palmadita para seguir adelante. No dejes de escribir!!! diem lo que diem, carpe diem.
DRAGONFLY
No puedes imaginarte hasta que punto me identifico con esta entrada, palabra por palabra, está expresado con una precisión excepcional.
Es el motivo por el que la mayor parte de las veces corro sin música. Para no distraerme y escucharme mejor a mi mismo.
Ahí es cuando surge un ser humano que crea, piensa y siente, y no simplemente un "realiza rutinas" automático.
Muy buena tu entrada.
"con el alma, desde el alma y para el alma"
Entrenaré, de una forma u otra, hasta que me muera. Para conquistar objetivos o simplemente para escapar de las preocupaciones que a todos nos acosan a veces. Es una forma simple y eficaz de sentirse bien. Si la mayoría de la población fuera consciente de ello, quizás a la sociedad en general le iría mejor.
A casi todas las entradas que preparo, le doy forma en mi cabeza mientras entreno. No hay mejor lugar.
Me mola lo que escribes y como lo escribes
Bienvenido al club.
Bienvenido al club.
Mi versión de lo que acabas de decir:
http://tonicendon.blogspot.com/2008/09/vivir-no-es-necesario-navegar-s.html
Reflexiones muy parecidas, muy cercanas, a las que muchos compartimos en esas nuestras sesiones de "aerobismo". Como dice por ahí una conocida revista "Correr nos hace libres". Pues eso, más o menos.
Los monjes zen de Japón, utilizaban el método de carrera larga y lenta, para meditar. En este tipo de carrera se crean endorfinas que facilitan un estado mental de especial clarividencia. Personalmente siempre he resuelto mis problemas poniéndome unas zapatillas y saliendo a correr.Un saludo.Agcasmor