Volviendo a la «cruda» realidad, de la que muchos no han podido escapar, (y más viviendo en el norte de la península), y con un mes de febrero especialmente frío en algunas regiones, ¿cómo plantear el ciclismo si nuestro objetivo es el triatlon en el verano?
La realidad nos dice que, aunque quede tiempo para las competiciones, no debemos alejarnos de los pedales. Adaptaciones más ó menos costosas estarán siempre comprometidas en este caso. Por tanto, planteemos algunas realidades con las que trabajar, alternativas ó trabajos necesarios en esta época que nos servirán para ser ciclistas más eficientes:
*Cargas en el gimnasio: Interesante y hasta necesaria posibilidad, sin interferencias, ya que es un trabajo a cubierto. Si cómo se supone hemos trabajado la fuerza general ó la fuerza resistencia e incluso la fuerza máxima en periodos anteriores, no tengamos reparo en trabajar la potencia uno ó dos días por semana, (ó incluso más!).De 6 a 10 repeticiones, 3 o 4 series, hasta 3 veces a la semana. Trata de añadir un componente rápido en la fase de elevación (fuerza explosiva) para prepararse para las exigencias de la bicicleta.
* Bicicleta de montaña: Si el tiempo no nos permitiera salir a la ruta, consideremos el ciclismo de montaña, algo de lo que en otras oportunidades he hablado. Nos hará ganar experiencia, destreza, habilidad, que podremos luego transferir a nuestra bici de carretera ó competición; equilibrio, (muy importante), recursos para posteriormente rodar en pelotón,instinto correcto en el manejo de los cambios ó freno. Sin duda, una verdadera escuela que no debe desaprovecharse , aunque sea en sesiones dispersas durante este periodo, y por qué no, durante todo el año.
*Algunos trabajos a tener en cuenta, (más que otros): Normalmente nos centramos en trabajos de ritmo, cuestas, ó intervalos de distintos matices. Aún así, este periodo es muy indicado para trabajar la velocidad… no solo el fondo! Sesiones de sprints con la marcha más dura que podamos mover a cadencias altas, (por ejemplo, sprints de 20» seguidos de recuperacíones de 4′ a 5′ pedaleando muy fácil), deberían incluirse junto a los trabajos más tradicionales ó comunes en este periodo.
*Rodillo. El caballo de batalla, denostado ó amado. Si el tiempo disponible es escaso, podemos concentrar el trabajo, y sacar mucho partido al entrenamiento indoor. En mi experiencia, el rodillo es un magnífico medio para trabajar, (y no solo un sustitutivo), e incluso puedo hablar de triatletas a mi cargo venciendo en pruebas de media y larga distancia con solo una sesión de ciclismo outdoor para cuatro totales semanales. No menospreciemos la importancia del entrenamiento indoor aunque en este caso yo no predique con el ejemplo…
Mis preceptos: entre 1/2 y 2/3 del trabajo total asignado para el exterior, eliminando tiempo de trabajo extensivo y concentrando la intensidad; por otro lado, ligera adaptación de los watios aplicados, con modificaciones en las zonas , utilizando rangos ligeramente inferiores aplicando un coeficiente, con respecto a las intensidades utilizadas al aire libre…
*Amor por el aire libre. Por último, no obviemos la realidad. Disfrute de los elementos, esencial si hacemos un deporte como el ciclismo ó el triatlon. Si no nos gusta sentir el viento, mojarnos de cuando en cuando, ó sentir insensibilidad en pies y manos… dediquemonos a otra actividad. Frío, viento, lluvia, nieve y sol mortecino, de cuando en cuando, aparecen y campan en el Planeta Tierra. Alegrómonos de ello y sepamos disfrutar de sus grandes bondades; así, seremos más felices en el estío.