En el Pozo Training Camp hay un día en el que los semblantes son más afables y las mentes tienden a liberarse. Es el que llamamos nosotros «Día Libre», aunque no sea tal.
Comenzamos con unas carreras con los pies descalzos y con el neopreno para que el cuerpo entre en calor. Calor verdadero sofocado por el agua del mar con la que nos deleitamos a primera hora. Calculo que hemos estado en remojo una hora, aunque entre nado, juegos, risas y fotos no habremos nadado más de 2.500 metros; Pero es eso, day off.
Cambio rápido de tercio y carrera por los dominios de la Gacela de Telde, la foto corresponde a la vereda junto a la preciosa Playa del Hombre.
Luego, tiempo para el ocio, comida, y a olvidarnos por unas horas de la disciplina del entrenamiento, un poco de cultura centro comercial y chorradas varias, entre las que destaca la sesión de gravitoterapia a la que nos entregamos Carmelo y yo. Al final no nos llevamos la camilla, entre otras cosas porque yo ya tengo una en mi casa, jeje
Por último y para terminar nuestro día de asueto en el Pozo Camp, paseo por la Playa de las Canteras y reencuentro con un pozoizquierdano de los orígenes, y que volverá a ser activo en cuanto se lo proponga, Carlos Rodriguez, «Keyop«, recién llegado de su lugar de residencia , Tenerife, deseoso de reencontrarse con sus viejos amigos. Un placer volverte a ver.
Por último y para terminar nuestro día de asueto en el Pozo Camp, paseo por la Playa de las Canteras y reencuentro con un pozoizquierdano de los orígenes, y que volverá a ser activo en cuanto se lo proponga, Carlos Rodriguez, «Keyop«, recién llegado de su lugar de residencia , Tenerife, deseoso de reencontrarse con sus viejos amigos. Un placer volverte a ver.
Ya caída la tarde, posamos así antes de volver al Cuartel General. Mañana, angustia y dolor.
Otro de los mejores días del año para mí, hacía muchísimo tiempo que no me dolía la mandibula de reirme tanto, risas en el desayuno, en la natación, en la carrera, en el almuerzo, pero bueno, de eso se trata, de aprender y pasar un buen rato, a día de hoy puedo decir que sólo con lo vivido el primer día habría sido experiencia gratificante suficiente para recordar toda la semana en meses venideros, pues eso estoy seguro que será multiplicado por 8, que son los días del Training Camp de Pozo. Saludos.