Lo hemos dicho otras veces, pero nunca está de más volver sobre ello; el deportista vital, esencial, aquel que hace de su actividad una forma de entender la vida, encuentra recompensa en cada día de trabajo, en cada jornada de superación y convierte su pasión en leit motiv. Compite, supera etapas, se supera a si mismo , disfruta, soporta de buen grado el fracaso cuando le asalta de improviso y nunca se da por vencido.

Ve el campo y su recorrido, no solo el hoyo, que es la meta.

Esto y algo más intenté transmitir en mi ponencia «Aspectos generales y específicos en la preparación del Ironman» en el marco de las Jornadas Técnicas de Triatlon , celebradas en el INEF de Madrid este sábado día 13 de noviembre. Un honor para mi, y también un placer, sobre todo compartiendo buenos momentos con amigos a los que no tengo la oportunidad de ver habitualmente. Horas intensas, abigarradas, que nunca hay que perderse.