El 18 de mayo de 2013 , si todo va bien, competiré por séptima vez en el Ironman de Lanzarote.

Miro hacia ese horizonte y quiero aferrarme a todo lo que siempre me motivó del triatlón.

Quiero concentrarme en mi entrenamiento y buscar las sensaciones que me llevaron en el pasado a cruzar seis veces esa línea de meta.

Tengo que compartir muchas sesiones con mis discípulos, con mis amigos, pero reservaré tiempo para estar solo y entrenar en silencio, huyendo del rebaño.

El Ironman lo sigo entendiendo de una forma especial, genuina, pero también buscaré cosas nuevas que me hagan crecer. Seré fiel a las ideas que me posibilitaron mis tres slots para La Meca . Seré fiel a mis principios de entrenamiento físico, alimentación y preparación mental.

Hay cosas que me gustan,que me siguen gustando (las más…) y otras que ya no me gustan de este deporte. Seré positivo y disfrutaré, a menudo en silencio, de lo que significa el Ironman para mi. Hay circunstancias, situaciones, momentos que han minado mi resistencia, mi ilusión, pero no mi voluntad más profunda.

Volveré a leer textos esenciales, charlaré con personas indispensables y recorreré viejos caminos; miraré a los ojos de cuando en cuando a los jóvenes ilusionados y trataré de retener su motivación y sus sueños. Removeré mi alma un tanto cansada.

Será difícil,pero cuando el mundo se vuelva aún más loco, allá por abril, intentaré no pensar en lo superfluo, miraré a mi interior y buscaré mis últimas fuerzas soterradas.Pensaré en la esencial pureza de este deporte.

Y ahora si, vamos a ello.