Hoy, día 25 de diciembre, ha amanecido como siempre, y como habitualmente lo hace en las tierras del interior: frío, a 0º. Ni un alma. Las gentes se refugian , tal vez recuperándose del efecto de una noche de excesos y casi nadie mira siquiera por las ventanas.

Mantener el rumbo no significa solo mirar al horizonte , agarrar el timón y elegir la ruta; supone bregar contra los elementos, subir, bajar, luchar contra orografías enconadas, dificultadas, de olas enormes y enardecidas. Esa es la esencia de nuestro trabajo invernal.
Los más veteranos, pozo de sabiduría y nobleza.
Los históricos de los clavos, el cross y el tartán. Gracias por venir!

Los buenos amigos, con esos con los que la diversión está asegurada, los que dan sentido a la palabra grupo.